Pensamiento del día #15
Cory y yo completamos 8 semanas de la clase de Matrimonio Dinámico. Tomamos esta clase hace 20 años y, al igual que entonces, nos comprometimos a esforzarnos para aprovecharla al máximo. Me recordó mucho que las relaciones, especialmente las de pareja, requieren intencionalidad para seguir creciendo y madurando. Como esposa, contribuyo mucho a la energía de mi hogar.
Cuando critico y soy desagradecida con mi esposo, se nota. Cuando no veo lo bueno y me concentro en lo negativo, se nota.
La clase me hizo sentir gratitud por las personas que a lo largo de los años invirtieron tiempo y energía en ayudar a mi esposo y a mí a tener un matrimonio en el que nos comprometemos a satisfacer las necesidades del otro.
Ser uno es una decisión diaria; significa superar obstáculos, estimarnos mutuamente, buscar ayuda cuando la necesitamos, invertir constantemente en la salud de nuestro matrimonio.
Agradezco a quienes me enseñaron que para que las relaciones maduren, debemos invertir en ellas. Puedo ser uno con mi esposo porque dedicamos tiempo a trabajar en el crecimiento continuo.
“ Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.” Génesis 2:24 NVI